Espero que os interese el itinerario.
Rafael Ruiz Vico
654 412 423 - 622345754
Precio de la escapada: 195 Euros
CONOCE SANTANDER Y CABARCENO
El Real Palacio de La Magdalena está situado en la península de la Magdalena, frente a la isla de Mouro, en Santander (España), y fue construido entre 1909 y 1911, por suscripción popular, para albergar a la familia real española. Obra de los arquitectos Javier González Riancho y Gonzalo Bringas Vega, se enclava en el lugar donde estuvo el antiguo fortín de San Salvador de Hano, que protegía la entrada a la bahía. Fue amueblado en 1913, pasando de inmediato a ser residencia de verano del rey Alfonso XIII y su familia, quienes lo ocuparon regularmente hasta la proclamación de la II República. En 1914 fueron proyectadas las caballerizas por González Riancho. Las mismas emulan a un poblado inglés medieval con tejados puntiagudos de vertientes pronunciadas, entramados de madera vista, etc. En 1982 fue declarado monumento histórico-artístico. Entre 1993 y 1995 fue rehabilitado por el ayuntamiento de Santander.
La Península de La Magdalena ocupa una extensión aproximada de 25 hectáreas. Es uno de los resaltes topográficos del entorno de la Bahía de Santander, el estuario más grande de Cantabria. El acceso a la Península, si no se hace por mar o por las playas que dan a la Bahía, se produce habitualmente por la Avenida de Reina Victoria y calle Juan de Borbón, que dan acceso directo a la entrada del parque municipal, situado al oeste de la Península, en su parte más estrecha. La entrada al recinto es libre, en horario de 8 a 22 horas, y no se puede hacer en coche, a no ser que se disponga de autorización expresa. Varios caminos pedestres atraviesan el lugar, que es muy accesible, aunque hay que tener cuidado con las zonas de acantilado. Desde la Península hay acceso a las playas de La Magdalena y Bikini. El camino más transitado es la calzada que circunda la Península, que ofrece magníficas perspectivas costeras.
En sentido amplio se entiende por El Sardinero el área de la costa comprendida entre la península de la Magdalena y la zona de Mataleñas, formando el abra que lleva su nombre. En sentido estricto, el centro de esta área seria la plaza de Italia y los alrededores.
El Sardinero comenzó a ser conocido y muy visitado a partir de mediados del siglo XIX y especialmente a comienzos del siglo XX. La moda de veraneo y los beneficios saludables de los baños de olas atrajeron a este lugar a numerosos visitantes de la burguesía castellana y madrileña. Poco a poco El Sardinero se fue convirtiendo de un lugar sólo visitado por los vecinos de Santander a una ciudad-balneario, con todos los servicios para ofrecer a una sociedad pudientes atraída por el auge económico de Santander, venido de la mano del comercio con las colonias españolas.
En base a la evolución histórica y funcional de este espacio se diferencia dos morfologías urbanas: la del conjunto formado por los chalets y palacetes construidos desde finales del siglo XIX y la de los modernos edificios de bloques de viviendas principales o secundarias de las últimas décadas.
En la plaza del Pañuelo (actualmente la plaza de Italia) se levantaron hoteles, el casino, alamedas, casas de baño, etc. El Sardinero fue comunicado por amplios paseos como el de Reina Victoria, Menéndez Pelayo o el de Pérez Galdós con el ensanche de Santander.
En el año 1913 se inaugura en la península de La Magdalena el Palacio de La Magdalena que sería residencia del rey Alfonso XII durante sus estancias de verano en Santander. Estas visitas obligaron a crear nuevos servicios al estilo arquitectónico de la Belle Époque y grandes balnearios similares al de Biarritz. Así, se construyeron el Hotel Real, el Gran Casino, sustituto del antiguo casino, el Hipódromo de Bellavista o el campo de polo.
Es a partir de la década de 1950 cuando se inicia una etapa de remodelación tanto en el plano morfológico como funcional. Al mismo tiempo que mantiene su función turística, El Sardinero se convierte en zona de residencia permanente de clases acomodadas.1
El edificio fue construido e inaugurado en el año 1916, basado en el proyecto del arquitecto Eloy Martínez del Valle. Nada tiene que ver este casino con el que se edificara en 1870 en el mismo lugar y que fue escenario durante muchos años de numerosas fiestas, en las que se dieron cita Amadeo de Saboya, Alfonso XIII, Victoria Eugenia, así como familias de la aristocracia nacional e internacional que acudían a Santander atraídos por la belleza de sus playas.1
Este segundo edificio compaginó la ruleta y el bacará con los bailes, cotillones y la puesta en escena de obras teatrales, musicales y compañías de ópera que se sucedían en su teatro. No por ello dejó de ser el punto neurálgico de las diversiones estivales, situación que, sin embargo, sufrió un notable giro durante la posguerra. El cierre casi total de sus instalaciones, salvo el teatro, que fue destinado a sala cinematográfica de arte y ensayo, se mantuvo hasta el 1 de diciembre de 1978, fecha en que se reabrió exclusivamente como casino de juego, tras la restauración llevada a cabo por el arquitecto Ricardo Lorenzo, que conservó el estilo neoclásico con apuntes modernistas.
Actualmente cuenta con una sala de juego, y una sala de máquinas de azar, un restaurante, tres comedores, dos bares, instalados en cada una de las salas de juego; una cafetería y una sala de fiestas. También cuenta con una sala de exposiciones donde suele ser habitual la presencia de obras de arte de distintos autores. Los juegos que se practican en la sala de juego son la ruleta de un solo 0, black-jack, poker sin descarte, y máquinas de azar y ruletas electrónicas en la sala de máquinas. Actualmente se ha incorporado la modalidad de texas holdem a modo de torneos.
El Gran Casino Sardinero patrocina y organiza diversos actos culturales y deportivos (Festival Internacional de Santander, concursos fotográficos, exposiciones de escultura y pintura; bolos, fútbol, remo y otras actividades.
El Palacio de Deportes de la ciudad de Santander en la comunidad autónoma de Cantabria (España), está ubicado concretamente en la zona de El Sardinero.
El edificio es obra de los arquitectos Julián Franco y José Manuel Palao. Se inauguró el 31 de mayo de 2003. Se encuentra situado al lado de otras grandes infraestructuras culturales y deportivas como el Palacio de Congresos y Exposiciones y los Campos de Sport de El Sardinero (estadio de fútbol donde juega el Real Racing Club de Santander).
El Palacio de Deportes es de diseño vanguardista y tiene una capacidad para albergar a 10.000 personas en grandes eventos (6.000 asientos). En la actualidad milita el C.D. Estela Santander de baloncesto en la Liga EBA. En él ha jugado los últimos años el Lobos Cantabria y el club de balonmano Teka Cantabria.
Además de albergar diversos acontecimientos deportivos, también es sede de numerosos conciertos organizados por el Ayuntamiento de Santander, entre otras actividades y celebraciones.
El edificio posee una estructura de hormigón y una cubierta metálica de 400 láminas de acero inoxidable de diferente tamaño. Instalación de la que se ocupó ROMGOM-Dardo. Aproximadamente un tercio de los graderíos, de planta circular, son retráctiles, mientras que el resto está formado por elementos prefabricados de hormigón unidos a vigas hormigonadas in situ.
Justo al lado del mismo está situado el Parque Atlántico de las Llamas (de corte igualmente vanguardista), abierto al público desde el 11 de mayo del año 2007.1
El Palacio de Deportes es uno de los centros deportivos más destacados de la ciudad de Santander, junto con el Complejo deportivo de la Albericia (Instituto Municipal de Deportes), Centro de Alto Rendimiento de Vela Príncipe Felipe, el Puerto deportivo de Puertochico, el Campo de Golf de Mataleñas y la Real Sociedad de Tenis de La Magdalena.
El parque de la vaguada de Las Llamas (oficialmente Parque Atlántico de las Llamas) es un parque urbano de 11 hectáreas situado en la ciudad de Santander en la comunidad autónoma de Cantabria (España). Este espacio verde fue abierto al público el 11 de mayo del año 2007, pero sólo se puede acceder a una pequeña parte en la zona más oriental pues actualmente no está completado. Cuando esté finalizado será el parque con mayor arbolado de la ciudad de Santander.
La ermita de la Virgen del Mar es una edificación situada en la isla de la Virgen del Mar, en San Román de la Llanilla, municipio de Santander (Cantabria, España). Está advocada a la patrona de Santander, la Virgen del Mar. Su situación al lado del mar ha supuesto su derribo parcial durante los temporales en varias ocasiones. Quizá su mayor destrucción fue la de finales del siglo XVII. Sabemos que el santanderino José Calderón, de quien se sabe que trabajaba en ella en 1684, reconstruyó la capilla mayor, y que Francisco Sainz de Coterillo recibió un salario en 1693, probablemente por la construcción del último tramo de la nave. La ermita primitiva data de 1400. Seguramente existió una ermita aún anterior, pues se tiene constancia de que la imagen de la Virgen del Mar existía ya en 1315.
La ermita consta de una única nave, dividida en tres tramos cubiertos por bóvedas mas la cabecera, cuya geometría es la de medio hexágono irregular. Además de la capilla, a la que se accede desde la nave, tiene otro cuerpo, añadid en 1696. En 1712 se contrató el retablo mayor, en el que intervinieron de una u otra manera Juan de Herrera Coterillo, Juan de la Puente Agüero y fray Pedro Martínez de Cardeña.
Santillana del Mar es un municipio y una villa de la comunidad autónoma de Cantabria (España). Se encuentra en la costa occidental de Cantabria, comarca de la que es su extremo este. Se la conoce popularmente con el sobrenombre de villa de las tres mentiras, puesto que ni es santa, ni llana, ni tiene mar (aunque el municipio sí lo tiene).
La villa fue declarada conjunto histórico-artístico en 1889. En sus inmediaciones se encuentra la cueva de Altamira, protegida como Patrimonio de la Humanidad.
El municipio estuvo habitado desde la prehistoria, apareciendo en él varios vestigios arqueológicos. De entre todos ellos destaca la cueva de Altamira, descubierta por Marcelino Sanz de Sautuola en 1879 y catalogada como Patrimonio de la Humanidad. Es llamada la Capilla Sixtina del arte cuaternario, o del arte paleolítico, desde que así la llamara el arqueólogo y prehistoriador Henri Breuil.
El lugar que hoy ocupa Santillana del Mar se denominó Planes desde la conquista romana, como atestigua un documento latino del año 980: baseleca Sancta Iuliana locum qui dicitur Planes. Planes podría venir del latín planum (lugar despejado entre montañas). A partir de ese momento la importancia del conjunto religioso superó la del lugar, que en 1228 es llamado Villa de Sancta Illana. Se cree que el topónimo actual es una derivación de éste, al que se le añadió del Mar simplemente por su cercanía al Cantábrico.
Así, el nombre original de Sancta Illana se encuentra unido en la forma Santayllana en un documento de 1326. En otro de 1338 se lee Santillana, y en otro más de 1390 se usan indiferentemente Sancta Illana, Sanctayllana, Santyllana y Santillana. En otro de 1453 ya sólo se encuentra la forma Santillana.
Cabe señalar que el lugar de Planes, aunque fue la génesis de la villa, estaba situado en un lugar diferente, llamado hoy mies de Llanes, y no junto al entonces monasterio de Santa Juliana.